El socialfelipismo by Francisco Umbral

El socialfelipismo by Francisco Umbral

autor:Francisco Umbral [Umbral, Francisco]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Comunicación
editor: ePubLibre
publicado: 1991-10-31T16:00:00+00:00


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LOS TRES FELIPISMOS

En este libro venimos hablando sobre todo del socialfelipismo económico y político. Pero los felipismos, hoy, en nuestra sociedad, pudiera decirse que son tres:

—El citado altofelipismo.

—El socialfelipismo con carnet del PSOE.

—El bajofelipismo de las clases medias y parte del lumpen y el proletariat.

El altofelipismo beautiful, repito, es lo que más se viene analizando aquí, incluso en sus diferencias con la jet tardofranquista.

El socialfelipismo con carnet del PSOE pudiera a su vez dividirse en dos momentos sociológicos:

A: altos cargos del partido adictos a Felipe.

B: militantes rasos que siguen más fieles a Felipe que a Guerra.

En cuanto al bajofelipismo o socialismo de las clases medias, hay que decir que es un aglomerado de fe socialista, continuismo (igual que eran continuistas con Franco) y personalismo: han extraído a Felipe de cualquier ideología, haciendo de él nuevamente el «hombre providencial» que siempre ha salvado a España, bajo sucesivas encarnaciones. Por lo que se refiere al felipismo de algunos altos cargos, está claro que son adictos al Poder, aspiran a más Poder e incluso a sustituir al jefe, en su día. Creen en González porque se creen sus sucesores, siquiera sea colectivamente. Los militantes de base que se integran eucarísticamente en FG son una masa que llega a confundirse con el socialfelipismo de clase media, aunque más politizada.

Y, finalmente, el socialfelipismo de la calle, el de las clases medias, en la medida en que existe, que es notable, no tiene otro valor que la inercial adhesión de las masas al hombre consagrado por el Poder. Hay aquí un sentimentalismo colectivo, una nostalgia del padre (al que se asesina todos los días con críticas veniales o con chistes). Ese Felipe/Pinocho que pintan algunos caricaturistas, creyendo dañar a FG y publicarle de mentiroso, es una imagen tierna y graciosa que le cae bien al pueblo: viene a emparentar al hombre carismático con un muy querido mito infantil: nos le acerca.

Está claro que aquí, en las clases medias adictas, que son suficientes (ver votos), principia a pudrirse la democracia misma. El sentimiento/sentimentalismo de la gente es ahora idéntico al franquista o al que se desahogaba gritando «vivan las caenas», aunque ahora no haya caenas. El pueblo hace dejación de la democracia, que es discernimiento, y reposa en la imagen del líder, como el propio líder, bien sea Rey o Roque. Esto se produce, se ha producido siempre, porque al pueblo no se le ha dado educación política, porque la democracia no ha pregnado profundamente todo el espesor humano, y los políticos, (incluso los demócratas, claro) se ocupan de que así sea.

Pero no toda la culpa la tienen los políticos. Cuando en nuestro nivel medio principia a haber estabilidad, que es lo que la gente quiere, darse largos baños de cotidianidad, cuando, como dijo el poeta «andan días iguales persiguiéndose», y todo eso lo preside en lo alto, aldebarán de todos los sueños de mediocridad, un hombre cuya palabra suena esdrújula de bondad, ya que no de verdad, entonces es inevitable la simbiosis pueblo/jefe, que los fascismos llevan al delirio, pero que no inventan.



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